Sí, hasta allí nos fuimos.

Antes el partido con el Alcoyano Mao anunció en el vestuario local que si pasábamos la ronda copera (era ya la tercera) habría una sorpresa de alto nivel.

Pocos, nadie, quizás salvo el propio Mao sabía que aquello iba a convertirse en todo un hito para la historia de nuestro club. Cayó el Alcoyano en un partidazo azul y el bombo esperaba para enfrentarnos a todo un primera europeo.

Luego vino lo de Osasuna con las grandes tardes del San Francisco y Reyno de Navarra, el final apoteósico de liga con el tercera ascenso de la historia a Segunda B y por supuesto, el prometido y esperado viaje a la República Popular China.

Y hasta allí llegamos. Los jugadores dichosos y triunfantes por el logro conseguido. Los directivos alegres y festejantes de los logros deportivos y ese grupo que en Tafalla, nuestra ciudad, siempre aparece. Fieles compañeros de viaje que dieron colorido y ánimos aupando con gran sentimiento las gestas de los de azul y negro.

Si señor, la Peña, nuestra querida Peña Sport F.C. estuvo en China e hizo historia, de verdad y de la buena. Nuestro club cerró uno de los mejores años de un recorrido labrado por cientos, por miles de tafalleses y foráneos que desde aquel octubre de 1925 se empeñan en estar aquí y allí, dando guerra deportiva y recordando a todos que éste club, que éste empeño, tiene buena y larga cuerda para rato.

Aquí, entre foto y foto y las muchas que no salieron o no nos entregaron, a modo de resumen, éste es el viaje. Vivencias, anécdotas y chascarrillos se solapan, se funden en un abrazo lleno de sentimiento y cariño.

Y NOS FUIMOS HASTA CHINA

Un país gigante de extensión (el tercero del mundo) y con más de 1.300.000 millones de habitantes, exótico, sorprendente extremadamente caluroso, majestuoso y humilde a la vez, recibió a una exultante Peña Sport y al grupo de acompañantes que quisieron vivir de primera mano esta sorprendente y singular aventura.

CON AIR FRANCE HASTA PEKIN

Con la resaca del ascenso tomamos el vuelo Bilbao-París y casi sin enterarnos el París-Pekín (Beijing), ambos en Air France. Tiempo perfecto y ganas de broma en una expedición que rezumaba el éxito del domingo 24 de junio.

Desde el aire adivinábamos los lugares de paso. La vieja Europa, Moscú, Siberia y el descenso por Mongolia hasta un caluroso Pekín donde nos encontramos con el resto del grupo que había realizado el trayecto Madrid/Londres/Pekín. Saludos, abrazos y parabienes en una aventura que prometía desde su inicio.

PEKIN (BEIJIN)

Al salir del aeropuerto de Pekin sufrimos la primera ola de calor. El bus nos ofreció la primera ráfaga de un aire fresco acondicionado. Buen rollito en el grupo, por delante 9 días llenos de ganas de pasarlo bien.

El cielo de Pekín es triste. Dicen que pocas veces en el año ven el cielo azul. El sol apenas aparee pero el calor castiga en la estación del verano cargando la atmósfera haciendo difícil el paseo por la ciudad. Eso sí, cerveza y refrescos calientes para endulzar la jornada.

A pesar de ello, nos decidimos, como no, a dar rienda suelta a uno de los motivos del viaje, el turismo, ver la ciudad. Nos lo pintaron abierto, amplio de avenidas y plazas y así lo vimos también.

Sus calles hablan de desfiles marciales, su plaza de Tian An Men con tristes recuerdos reivindicativos, su mítica ciudad Prohibida Zijin Cheng llevada al cine por Bertolucci, impresiona.

El templo del Cielo símbolo de la ciudad como más grande de China a dónde el emperador salía dos veces al año para celebrar los principales ritos. Su Gran Muralla, maravilla del mundo de la antigüedad con más de 6.000 kilómetros de longitud y símbolo de la antigua civilización donde se nos hizo complicado el paseo, nos pareció como un sinuoso dragón.

Vimos sus museos y teatros con arriesgadas y brillante acrobacias, sus almacenes de la Seda donde el regateo se convierte en hábito hasta para los más incapaces acostumbrados a pagar lo que nos dicta la etiqueta de turno.

Disfrutamos (sobre todo los chicos) de la noche pekinesa pero no vimos esa otra ciudad que se adivina tras los mayores edificios comerciales. Esa ciudad donde viven o mal viven, vaya Usted a saber, los chinos que tienen menos oportunidad. Hacinados en departamentos de 25, 30 y pocos más metros o en casitas y cabañas de madera o chapa.

Esa ciudad existe, siempre existe en todos los países del mundo y los mandatarios se encargan de ocultar, o al menos intentar ocultar al alcance de los ojos del turista.

Pekín, con sus diez millones de habitante se prepara para recibir todo un reto mundial. Muy pronto son las olimpiadas. El estado se afanaba para instruir a 5.000 intérpretes, al menos en un inglés elemental, nosotros lo tuvimos complicado hasta para tomar un simple taxi.

GASTRONOMIA LOCAL

Sin duda cuando viajamos por el mundo, y acostumbrados por nuestros pagos a la rica y variada cocina nos preocupa eso, el qué meternos entre pecho y espalda para mantener el ánimo.

La respuesta, para los menos acostumbrados llegó pronto al disfrutar de la primera cita en un bello restaurante local y adivinar las modas del país. Raramente la bebida es fría, los chinos toman caliente o en temperatura ambiente (rondando en verano los 40 grados), salsa agridulce, verdura cruda o casi cruda y eso sí, té y sandía, rica sandía fresca.

Eso sí, disfrutamos del rico y afamada pato laqueado, uno de los símbolos de la gastronomía milenaria local, acompañado éste por múltiples condimentos.

LA FABRICA

Capítulo aparte mereció la visita a la fábrica de nuestro patrocinador.

YINGLI SOLAR es la cabeza del grupo patrocinador. Se encuentra en Boading, ciudad de unos 11 millones de habitantes y a unas 2 horas y media de Pekín. Esta flamante factoría muestra sus mejores armas en energía solar.

Su iluminación callejera, semáforos, edificios, etc. enseñan su dosis ecológica al ser abastecidas por la energía solar.

La nueva fábrica que visitamos, con 333.333 metros cuadrados muestra la más alta tecnología que permitirá a sus 5.000 empleados el envío a buena parte del mundo de sus placas solares.

Alemania, Grecia, Portugal, EEUU y la planta de Tafalla son ya testigos de este sistema de alta calidad.

XI´AN

Si Pekín nos mostró sus mejores atractivos, en Xi´An disfrutamos de lo lindo.

Ciudad del interior del país, tiene aspecto de ciudad fortaleza por su antigua y sólida muralla defensiva. Fue capital del país en algún antiguo reino de China en al menos una docena de veces.

Su papel en la mítica Ruta de la Seda, dónde fue punto de llegada, la convierte en un lugar imprescindible del viaje.

Con sus 6 millones de habitantes, Xi´An ofrece al visitante atractivos de gran interés como sus majestuosas murallas, la Torre de la Campana, la Gran Mezquita, la torre del Tambor y varios edificios de interés pero sin duda, el mayor de todos es el de contemplar el esplendor de uno de los más grandes descubrimientos del siglo XX, los Guerreros de Terracota en la tumba de Shihuan Di (221-209 A.C.).

A 30  kilómetros de la ciudad, contemplamos otra de las maravillas del mundo, la necrópolis de quien quiso perpetuarse con su ejército de 700.000 hombres, carros y armas de combate.

Son tres fosas y un museo con un resultado gratificante para todos. Xi´An nos dejó un muy bello recuerdo, bien mereció la pena tan duro viaje.

SHANGHAI

La agencia de la gira nos dejó en Shanghai como final del viaje.

Ciudad de la costa oriental, cerca del Mar de la Cina, calurosa, grande, populosa, comercial, histórica, artística, colonial cinematográfica y bella, muy bella.

Shanghai muestra con orgullo su ciudad antigua. El frondoso Jardín Yuyuan con sus dos hectáreas donde anotamos hasta 40 lugares de interés turístico.

Visita obligada al Templo del Buda de Jade, con más de 8.000 metros cuadrados y dos esplendorosas figuras de Sakiamuni, esculpidas en jade de Birmania.

El espléndido barrio francés, que recuerda a ciudades antiguas del país vecino con bellos edificios del siglo XIX en piedra oscura y madera con sus paseos reservados para el ciudadano más acaudalado. Pero Shanghai es sobre todo comercio. La zona de El Bund resulta ser la vía urbana más espectacular y comercial de China. La calle Nankin Lu se muestra siempre, a todas las horas del día atestada de gente con prisa.

Por un lado vendedores de todo. Por otro compradores de todo. Peatonal en casi todo su trazado resultada imposible no detenerse en uno de los miles de comercios, antiguos y modernos y “picar” en el regateo. Al final siempre caes y un reloj, un bolso, unas deportivas o una seda para una próxima camisa volarán a casa.

Shanghai engancha. El paseo por el río Huangpu al caer la tarde pone el telón de fondo a una agradable jornada entre bellos edificios iluminados. Si París, bien vale una misa, apuesta a que Shanghai vale otra, les invitamos a conocerla.

EL FUTBOL

Fuimos a jugar al fútbol y lo hicimos.

Los medios locales contaban con sorpresa que un equipo aficionado de Europa viajara a jugar con dos de los mejores equipos del país.

Los medios de aquí reflejaron la gira y así nos esperaban los delegados de agencias europeas que se convirtieron en parte de la expedición peñista.

Eso sí, la Peña no jugó de azul. El color histórico tuvo que descansar para vestir de rojo en camisola y azul el calzón. El motivo, no coincidir con los colores locales.

En Pekín y con el cuadro local del Beijin Guo An F.C. logramos un resultado decoros al perder por la mínima frente a un buen equipo. Calor sofocante, lluvia que alivió a nuestros muchachos y golazo de Xabi Alonso por la escuadra local que suponía un empate merecido hasta entonces. Luego, el clima pasó factura y hubo que rendirse al poder pekinés.

A destacar la hinchada visitante. Los aficionados estuvieron dirigidos por la batuta de Mari Marijjuano a quien se sumaron los obreros de la fábrica YINGLI SOLAR, madre de nuestra empresas patrocinador UNITEC EUROPA S.A.

En Shanghai las pintaban peor. Enfrente teníamos al líder de la superliga del país, el Shenhua Shang-Hai. De nuevo calor sofocante, buen terreno y la hinchada de nuevo de nuestra parte, empate a cero goles y reparto de camisetas, todo un detalle.

Allá para el recuerdo social y deportivo, adornan ya las vitrinas de ambas entidades la fachada del Ayuntamiento de Tafalla y la estatua de los fueros e Navarra. La Peña Sport se convirtió en un buen embajador ante un pueblo lejano y milenario.

EL GRUPO, UN AMBIENTE SENSACIONAL

Las jornadas disfrutadas por el club y el grupo acompañante fueron dignas de elogio. El clima reinante fue siempre distendido, alegre y lleno de humor.

Los dos grupos, el deportivo y acompañante, fueron sólo uno. La organización casi perfecta. Sólo cabe lamentar el accidente con los horarios y retrasos en el vuelo a Londres, que hizo que nuestros acompañantes regresaran a casa unas horas más tarde.

El calor sofocante hizo que nos protegiéramos demasiado con los aires acondicionados con las secuelas posteriores en resfriados y gripes veraniegas.

La Peña Sport F.C., escribió sin duda una página muy brillante en su larga historia. Tras el ascenso de aquel 24 de junio, el club selló con esta gira un galardón que siempre tendremos en el recuerdo.

La última noche en Shanghai, la última de celebraciones, los cánticos y risas, mientras entregábamos los “oscar” del viaje, entre ellos al auténtico txapeldún, el veterano Luis Iribarren que con sus 83 años entonces, se convirtió en el auténtico líder de la gira, abrazamos una vez más ese espíritu que en azul y negro paseamos también por el mundo.

Gracias a todos los que hicisteis posible este hermoso y recordado viaje.

¡AUPA SIEMPRE LA PEÑA!
PEÑA BETI AURRERA!